EL EGO.
Como seres humanos perfectibles, tenemos momentos en los que nuestro estado de ánimo, salud, enfermedad, grado de habilidad, economía, etc. Nos hace perder piso.
Cuando maximizamos una cualidad la transformarnos en su contraparte, de tal suerte que esa pequeña línea que divide un don de pronto pasa a ser una conducta arrogante.
En mi caso concreto, me ha gustado mucho practicar rompimientos desde los 12 años, me he fracturado, cortado, dislocado, pero el afán de superación ha podido más que eso.
Pasé de la madera a ladrillos, luego al hielo y posteriormente a pedazos de concreto, piedra y piezas grandes de construcción (block y tabicon).
He tomado parte ocasionalmente en competencias, he pertenecido a equipos representativos, todo lo cual me ha dado grandes experiencias.
Quizá en ocasiones, el título de mis videos haciendo alusión a "juego de niños" suene arrogante y la forma en que actualmente hago los rompimientos pareciera que son piezas trucadas o preparadas pues no ejecuto ni movimientos de concentración ni expulso el clásico grito de karate ni hago gestos o termino temblando después de un fuerte impacto.
Lo anterior no es arrogancia, ni es mi intención demeritar a nadie ni criticar como hacen las cosas, no tengo tiempo de estar viendo a otra gente y mucho menos me considero experto, maestro o juez para estar haciendo correcciones.
Yo hago lo que hago así nada más y a pesar de tener grados académicos de postgrado, el aspecto científico, la teoría de personas que también se dedican a romper, las estadísticas de cómo repercuten los golpes en el cuerpo no me interesan y no es por arrogancia, simple y empíricamente parto de la idea de que si x persona puede romper tal cosa, yo también lo puedo hacer, así de simple, no existen los superhéroes, el cuerpo humano es músculos y huesos, después viene la técnica y por último la aplicación.
Yo no entreno específicamente para rompimientos, cada día que hago mis básicos, que practico mis katas, me imagino estar impactando en duras superficies, no uso el makiwara tradicional porque a mí me provoca callos y duelen y he comprobado personalmente que para romper no necesitas manos curtidas por gruesas capas de piel, es el hueso el que debe estar sano y firme al realizar el impacto.
No busco alumnos ni fama, de hecho he renunciado a invitaciones a exhibiciones pues esto lo hago por gusto personal y grabo mis videos para mí y para mis alumnos, en mi canal de Youtube tengo desactivados los comentarios pues no cuento con tiempo ni para leerlos ni para responder.
Para mi, el arte marcial es una satisfacción personal, si alguien, como es natural rompe más que yo, está excelente, eso motiva a la competencia y superación constante, yo comparto, no critico, me juzgo, a nadie condeno.