Lo malo, es que ya cualquiera puede ser instructor de lo que sea.
Así podemos ver amas de casa dando clases de box, al señor de los tacos aprovechando su tiempo libre para dar acondicionamiento, a la marchante del mercado con su grupo de yoga.
Cada actividad merece respeto. Al menos, reconozco que me encanta el café, pero eso no me habilita para hacerme cargo de un negocio de este ramo.
¡Zapatero a tus Zapatos!
Mtro. Enrique Gutiérrez